Humanidades Digitales en Cuba: Avances y Perspectivas

Maytee García Vázquez (maytee.garcia.vazquez@gmail.com), Cubaliteraria, Cuba y Sulema Rodriguez Roche (sulema1985@gmail.com), Universidad de La Habana y Ania Hernández Quintana (aniahdez@fcom.uh.cu), Universidad de La Habana

Hasta hace pocos años, la Web proporcionaba información unilateralmente. Por un lado, estaban las grandes empresas e instituciones, que eran las que poseían espacio en la red, y por el otro, los usuarios, en actitud receptora y pasiva. Esa tendencia está siendo modificada por el movimiento denominado Web 2.0 que propugna que todos somos potenciales surtidores de contenidos y creadores de los registros del conocimiento. La evolución natural en la sociedad de la información se expresa en la metáfora del paso del ciudadano 1.0, consumidor de recursos, al ciudadano 2.0, creador de recursos, evidenciando la horizontalización y democratización de las fuerzas que rigen la red. Las Humanidades Digitales son un resultado de esas transfiguraciones digitales y como un ámbito disciplinar de convergencia cultural e investigativa, dejó de ser una moda para convertirse en una urgencia para cultura y memoria del mundo.

En Cuba, ya se notan de forma clara las comprensiones sobre la necesidad de fomentar este ámbito de teoría y práctica; aprovechando un contexto de crecimiento tecnológico en el país, en el que empieza a notarse la presencia digital en casi todos los sectores de la sociedad, con demandas infocomunicacionales y culturales crecientes y multilaterales. El presente trabajo tiene la finalidad de compartir los avances más visibles, así como las proyecciones hacia lo profesional, lo académico, lo investigativo y lo institucional, como parte de la agenda de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Cuba.

Se abordan los conceptos de partida de las Humanidades Digitales para Cuba, como un campo interdisciplinar dispuesto para dar espacio a las reflexiones y prácticas suscitadas por los cambios que produce la introducción de las tecnologías digitales en el universo de la cultura y la información; con énfasis en el desafío epistemológico y metodológico para la articulación de conocimientos y prácticas profesionales y de investigación que enfrentan las ciencias humanas en el cibermundo. Se abordan como una oportunidad de transformación sinergética del consumo cultural, cada vez más urgente, en tanto se demanda mayor conocimiento de investigadores y usuarios, que a su vez demandan información, de forma activa, en espacios colaborativos.

La manera en que se puede trabajar en las Humanidades Digitales, partiendo de los límites casi precarios del desarrollo tecnológico en Cuba, ha creado proyectos sui géneris. Estos son inimaginables en Europa o en Estados Unidos. Varios ejemplos: la circulación de USB, tan común en el paso de los archivos, crea un sistema de distribución de conocimiento muy diferente. Dentro de esos sistemas de distribución, hay una relación política diferente hacia los derechos de autor que cambia la manera en que el conocimiento fluye. Se crean también proyectos digitales que pueden pasarse de máquina en máquina por USB, muy diferentes a aquellos que se colocan en un servidor. Se pueden desarrollar nuevas pistas para el análisis textual, por ejemplo.

En Cuba esto tiene un aspecto político que no siempre se verbaliza, pero son reconfiguraciones de trabajo en equipo que transforma la manera en que la investigación se ha hecho hasta ahora. Eso cambia la relación hacia la investigación a nivel social y su papel en la formación de grupos sociales para el trabajo cultural, ahora más equitativas. De la misma forma, existen jerarquías que vienen de la organización tradicional del trabajo de investigación, en la cual el personal técnico se encuentra separado del investigador y ambos de los bibliotecarios; transitando hacia un modelo colaborativo e interdisciplinar.

Los primeros pasos en Cuba proceden de los años 90 del siglo XX, marcado por un período social complejo en el país, con la publicación del primer libro digital. De forma aislada, varias instituciones académicas y de investigación han realizado proyectos de Humanidades Digitales y finalmente en mayo de 2017, se avanzó hacia una estrategia de articulación, con el primer curso de Humanidades Digitales impartido por profesoras del Laboratorio de Innovación de Humanidades Digitales (LINHD). Uno de los resultados de ese encuentro fue la disposición de crear iniciativa profesional que articule y visibilice el trabajo en Humanidades Digitales que se ha venido realizando en el país.

Se han identificado algunos focos muy visibles, en especial el de la carrera Ciencias de la Información, de la Universidad de La Habana, cuyo propósito es transversalizar las Humanidades Digitales en el campo de las Ciencias de la Información en Cuba. Ese proyecto, con una vocación claramente pedagógica, comenzó a trabajar en noviembre de 2016. Las investigaciones resultantes del primer año tienen como principio que las Humanidades Digitales se interesan por el estudio, preservación y acceso a la información registrada, objetivos que disciplinariamente enfrenta también la comunidad científica, académica y profesional del campo de esta carrera, y que para ello las Humanidades Digitales se distinguen por el uso intensivo de métodos de procesamiento automático y semiautomático, expresados científicamente a través de contribuciones en congresos, experiencias en laboratorios de I+D+I y en programas de formación universitaria.

Asimismo, el equipo se preocupa por las colecciones digitales, y en consecuencia por el requerimiento de protocolos de preservación de sus contenidos, determinados por funciones y estructuras más sofisticadas que modifican los procesos de gestión de esos recursos electrónicos a través de métodos globales como open data, linked data, linguistic link data y TEI.

Es un hecho que las bibliotecas digitales clasifican como uno de los sistemas de información más complejos por la multidisciplinariedad que implican; además, por la convergencia de conocimientos que supone organizar, difundir y usar información en este tipo de repositorios; y especialmente por las complicadas e interdependientes multirrelaciones que activa, que llegan a la autotransformación y a la construcción de contrahegemonías emancipatorias.

Las primeras siete investigaciones del grupo exploraron los conceptos de las humanidades digitales en su multiplicidad y complejidad, las redes profesionales y los currículos de humanidades digitales. Además, se realizaron indagaciones más enfocadas a la solución de problemas como el procesamiento de una revista infantil con carácter patrimonial con el método linked data y la creación de un espacio de aprendizaje colaborativo para estudiantes de Ciencias de la Información.

En Feria del Libro de la Habana, a realizada en el mes de febrero de 2018, se desarrolló un programa especial denominado “Cuba Digital”. Libros digitales, aplicaciones móviles, conferencias de investigadores nacionales y extranjeros y proyectos cubanos, entre otros, integraron las propuestas de ese espacio, que contó con la coordinación de la Editorial Cubaliteraria.

La lista de proyectos e instituciones cubanas involucradas en proyectos que apuntan a las humanidades digitales, crece. Un levantamiento preliminar en la capital destaca los siguientes: Instituto de Historia de Cuba; la Fundación Fernando Ortiz con su proyecto Archivo de la palabra; el Instituto de Literatura y Lingüística, dedicado al estudio y descripción del español de Cuba; el proyecto www.postdata.club, del Centro Martin Luther King; la Biblioteca Nacional de Cuba con su catálogo digital, y el proyecto Mirador, en colaboración con Infomed, la red nacional de información en salud en Cuba, enfocado en el rescate de colecciones patrimoniales en Cuba y también aliado del Grupo de Investigación de Humanidades Digitales para las Ciencias de la Información, de la Universidad de La Habana. Convocados por la editorial digital Cubaliteraria, del Instituto Cubano del Libro, que lidera la producción de ebooks y multimedias sobre literatura cubana.

En el futuro cercano, se proyecta una postura sinérgica que aproveche los aprendizajes de las Humanidades Digitales
del Sur, con un enfoque parecido a la realidad cubana y se articule en una iniciativa nacional o proyecto de Asociación de Humanistas Digitales.

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